Proyectos Ambientales

Cerca Perimetral

Están hechas de diversos materiales, como acero y concreto, y se utilizan tanto en áreas residenciales como industriales para garantizar la seguridad y la privacidad.

Tipos de Cercas:

Cercas de acero: Son muy comunes y ofrecen alta resistencia, durabilidad y son difíciles de cortar o escalar.

Bardas perimetrales: Son muros sólidos, construidos con materiales como ladrillo o concreto, que ofrecen una gran seguridad y privacidad.

Cercas electrificadas: Complementan las cercas físicas con una descarga eléctrica para disuadir intrusos, siendo una opción para la seguridad perimetral de alta gama.

Cercas de paneles electrosoldados: Ideales para áreas industriales y control de peatones, se caracterizan por su durabilidad, estética y rápida instalación.

Características clave:

Altura: La altura es un factor crucial en la seguridad; una altura mínima recomendada para la protección de instalaciones es de 2.40 metros.

Robustez: Se construyen con materiales resistentes para soportar impactos y dificultar la intrusión.

Visibilidad: Es importante mantener un área despejada alrededor de la cerca para facilitar la visibilidad durante las inspecciones de seguridad.

Relleno Sanitario

Es una instalación diseñada para la disposición final, segura y controlada de residuos sólidos, donde los desechos se compactan y cubren diariamente con tierra para minimizar su impacto ambiental, prevenir la contaminación del suelo y el agua, y controlar la emisión de gases y olores. Estas infraestructuras se construyen con ingeniería y estándares específicos, y su objetivo es reducir el volumen de la basura y proteger el entorno.

Disposición final segura:

Ofrece un método completo para eliminar desechos sólidos de forma controlada.

Protección ambiental:

Reduce la contaminación del suelo, agua y aire al contener los residuos y tratar los lixiviados y gases.

Posible recuperación de energía:

Algunos rellenos sanitarios bien manejados permiten la captura de metano para generar biogás.

Geotextil

Es un material sintético y permeable, similar a una tela, que se utiliza en proyectos de ingeniería civil y construcción para mejorar las propiedades del suelo. Está fabricado con polímeros como polipropileno o poliéster y es resistente a la degradación.

El geotextil cumple varias funciones, a menudo de forma simultánea, para estabilizar y proteger el terreno:

Separación:

Evita que se mezclen capas de diferentes tipos de suelo o material de relleno. Por ejemplo, en la construcción de carreteras, mantiene el agregado de la base, separado del suelo más fino subyacente para prevenir la contaminación.

Filtración:

Permite que el agua fluya a través de él mientras retiene partículas de suelo más finas, evitando la erosión. Es fundamental en sistemas de drenaje subterráneo.

Refuerzo:

Incrementa la resistencia a la tracción del suelo, mejorando la estabilidad. Se usa para reforzar terraplenes, muros de contención y taludes, aumentando su vida útil.

Drenaje:

Actúa como un canal para transportar el agua o líquidos dentro del plano del geotextil, alejándolos de una estructura.

Protección:

Sirve como una capa protectora para otros materiales impermeabilizantes, como las geomembranas, resguardándolos de daños por objetos afilados en el suelo.